
Esta es noche de martirio dulce
la luna se esconde, tímida,
entre los cabellos de los árboles,
brisa para anunciar un aliento,
el último que debo contener
cargado de ardiente temor,
se pierde y cae dentro mi ser;
restringidas memorias trata de devorar,
pero se extinguen al llegar a ti,
tu piel en mí no es sino mar
que en calma aplaca el miedo fatal.
Esta es noche de tierna canción,
Una frágil voz se hace trizas
Gritando que no quiere recordar,
Y en trozos divisa tu luz fugaz
Que se detiene para todo alumbrar.
Creo en ti, aún creo en ti,
Y siento en tu corazón
Un tibio néctar que se negó
A entregar su glacial sabor,
Y sigue intacto para que lo pruebe yo.
Una nota llega a mis oídos,
Es la voz de la fortaleza hecho un latido tuyo,
Que me empuja a ser sangre,
Tu sangre roja de amor.
Esta es noche de ti,
Imágenes que fueron a dormir
Ahora se fijan eternas,
En lo que quisieron ser;
Retratos de un pasado sin volver...
Te siento de nuevo y vuelvo a despertar:
Saben que tenemos más que vivir.
Simplemente existo
Dentro de esta noche en paz,
La luna me saluda otra vez
Y te vuelve a anunciar,
Mi alma se traga tu luz otra vez,
Has vuelto a renacer en mí
Y en esta vida,
hasta que deje de haber noche,
Será noche de ti.