Muerte...al ocaso...

Desde un relámpago inesperado
Las olas se tornan confusas:
Su indefinible color,
Su olor a racimo de peces,
Su estructura de hielo al sol.

Cuando al fin alcanzo tus alas
Quisiera no volar,
Sino refugiarme en aquel plumaje
De algodón incierto,
Pero debo resistirme a la protección
Y sumirme en el riesgo,
Por ti vale la pena,
Por ti vale todo.

Los ojos de los hombres simples
Envidiarán este sentimiento,
Y como las sombras
Deambularán en desesperación,
Es mejor borrar las sombras de la memoria
Como el trueno borra a la canción.

¿Porqué te amo tanto?
Interrogo al aire:
Los desiertos; silencian,
Las horas; no saben,
Las estrellas dicen porque existes,
Los libros; porque mi corazón
Está bordado con el hilo de tu recuerdo.

De vez en cuando desvanezco
A las profundidades de la existencia,
Pero tú me recoges con tus manos de paz
Con los abrazos y besos prohibidos,
Y me llevas donde nadie puede entrar,
Un mundo construido para ambos
Con dos siluetas enmarcadas
Trazando el límite de la angustia.

¿Porqué debe ser tan difícil?
Quizás el dolor me fortalece,
A pesar de todo soy alegre
Evocando cada mirada de primavera tuya,
Tus ojos
Que reflejan a un niño en la guerra:
Asustado y valiente, pequeño e imponente.

Y lucharé hasta el fin
En esta batalla de enredos,
Lucharemos juntos
Si es que este amor es sincero,
Sin importar las muertes,
Los sentimientos anexionados por enemigos,
Ni los reinos conquistados,
Venceremos las inclemencias de la vida
Aún esto lleve consigo
Una muerte en el ocaso.